viernes, 16 de mayo de 2014

Quiero ser #Slow

Cuentan que cuando cerraron Alcatraz en 1963 tanto los presos liberados, como los que habían salido algo antes comentaban lo mismo y era lo rápido que iba todo:
Que la gente iba más rápido por la calle, que parecía que hacían muchas cosas y que todo en general se movía a mayor velocidad.

http://www.shenzhenstuff.com/photo/beer-sex-gaming-and-fast-food
Seguro que hoy en día, en esta época internet, la vivencia es mucho más vertiginosa.

Leía la semana pasada en @YorokobuMag Aprendiendo a llevar una vida slow, para ser más creativo, y pensaba que hay que aprender a ser #Slow para casi cualquier cosa; si vamos deprisa nos perdemos gran parte del paisaje.
Es fácil comer "fast food" o echarse un polvo conejero, pero ninguna de los dos fórmulas acaban por alimentarte y sí optas por ellas, como dice Mouse en Matrix:

-"It doesn't have everything the body needs"





jueves, 27 de marzo de 2014

Leyendas urbanas

De vez en cuando es bueno preguntarse cosas.

Hoy he volado de Madrid a Nueva York y a la media hora de despegar, un viajero ha comenzado a mostrarse inquieto. Recorría el pasillo y hablaba al vacío, como si se hubiera escapado del manicomio. Le han cambiado de sitio y la situación ha ido empeorando.
Nuestro pasajero ha empezado a increpar a otros viajeros que cada vez estaban más agitados.
La primera en plantarle cara fue una azafata joven y pequeña, que directamente chilló a nuestro loquete. Lo chilló y se fue.
El loquete siguió haciendo lo mismo.


Mi compañero de asiento, todo un machote español, se levantó y fue a ver qué pasaba, pero de cerca, aunque a los tres pasos le dijo el capitán que se volviera al sitio.
Hemos pasado una hora jugando al gato y al ratón con el pasajero, al que sólo intentaban contener los varones que atendían el avión y que utilizaban primero órdenes a media voz y luego ordenes gritadas.
Han pasado a nuestro loquete al asiento de ventanilla y han puesto al azafato más rudo y fornido como tapón en el asiento de pasillo.

¿La tripulación de cabina tiene alguna noción para tratar estas situaciones?
¿Al rudo y fornido azafato le pagan más por este cometido?

Hemos volado así hasta 10 minutos antes de aterrizar, que han traído a dos tipos que se han puesto en los asientos paralelos al loquete y al rudo y fornido. 
¿Os acordais de lo que dijeron sobre los policías de incognito viajando en todos los vuelos?
Pues que debe ser verdad.

Al aterrizar han entrado cuatro hombretones a acompañar cordialmente a nuestro loquete que ha salido sin grititos ni pataditas.

Lo mejor de todo es que me ha dado tiempo a ver los cuatro primeros capítulos de Ray Donovan y ahora soy una mujer muy enamorada.


miércoles, 29 de enero de 2014

Casi me encuentro a Tyler Durden.

Estoy en San Francisco, arrancando Bread&Sex, un proyecto de innovacion en sexualidad.
Una parte del proyecto consiste en visitar mazmorras y conocer la cultura BDSM de la ciudad. Una de las mazmorras mas conocidas (no puedo poner tildes en el tablet, sorry), Citadel, tenia este taller: Citadel
Safeword:12 step kink recovery group.
Y me fui esperando un tallercito sobre la palabra de seguridad dentro de las relaciones BDSM.

Meterme en una mazmorra, donde no conozco a nadie, siempre me da unas culebrillas al entrar.
Llego, me presento, veo como un tipo se baja de su silla de ruedas y sube un primer piso a brazo, aqui lo de las rampas en los edificios deben pensar que es cosa de pijos (!!!!!) y me dicen que mi grupo esta al fondo.
Cuando llego, todos muy serios me dicen donde debo sentarme y me incruso en un sillon que sin duda debio pasar su mejores dias hace ya un par de decadas.

Un tipo ciego y cojo, con un baston fabuloso, dice que sera el maestro de ceremonia y que tiene la sesion muy preparada.
Al comenzar recita una especie de mantra y el resto le siguen. Cuenta que vamos a compartir y que no se juzgara a nadie.
Hasta aqui, bien.

Acto seguido pregunta si hay alguien nuevo e intento esconderme detras del negro de 130 kilos que me miraba como el lobo miraba a Caperucita. Cuando vuelve a preguntar si hay visitantes ya asumo que va a por mi y espero a que otro tio levante la mano y se presente: "Hi, my name is Ben, I´m an alcoholic addict"
Eh, no puede ser, me he metido en un grupo de apoyo a adictos!
Se presenta otra chica, tambien alcoholica y me invade todo el cuerpo una sensacion de verg¨uenza gigante y como me tocaba y no me veia capaz de recorrer el salon, el vestibulo y las escaleras sin que nadie me viera, decidi decir que era alcoholica y que tenia muchas problemas.
Tan Club de la Lucha todo, tan Martha Singer. El ciego/cojo le cedio la palabra al chico de la derecha, que parecia su hermano, porque apenas veia y tambien cojeaba, que empieza a contar una cojo historia de drama personal, infancia dificil, abusos y lindezas varias, pero la situacion me parece tan hilarante que me veo cuan niña en el cole escondiendome el descojone.
Nos piden pasta para el cafe y los bollos y hacen una pausa. Yo queriendo un copazo, que no, y de cafe paso, que ya llevo tres dias sin dormir.

A pesar de querer volver al sitio, porque hacen cosas chulisimas, me fui diciendo que me iba a fumar un cigarro abajo. Al bajar me encontre al negrazo, fumando y dije que iba a por tabaco.

Hui.